Limpiar las paredes
Para limpiar las paredes que necesitan ser pintadas, puedes utilizar una aspiradora o una toalla. Si también tienes la intención de pintar las paredes de tu baño y cocina, una solución de detergente para ropa y agua podría ayudarte a eliminar los residuos (por ejemplo, las marcas de goteo de color óxido y los residuos pegajosos de la cocción).
Repara las áreas dañadas de tu casa
Pintar el interior de la casa significa mucho más que limpiar algunas paredes y elegir un color elegante. Para obtener los resultados esperados, debes encontrar todos los defectos antes de sellar y pintar tus paredes. La pintura destartalada y las grietas alrededor de los marcos de puertas y ventanas son algunos de los problemas más comunes que puedes observar al inspeccionar las paredes.
Después de quitar el yeso viejo, prepara yeso nuevo para reparar esas áreas. Además, una buena idea sería llenar los huecos alrededor de las ventanas y puertas con un sellador flexible.
Quita la pintura vieja
Para quitar la pintura agrietada o descascarada, usa una espátula y papel de lija para alisar la superficie. Puedes engrapar un trozo de lija a un pedazo de madera o usar una lijadora eléctrica, que es más apropiada para áreas grandes.
Coloca sellador en las paredes de tu casa
Si tus paredes están cubiertas con una pintura a base de agua, puedes aplicar una nueva capa de pintura sobre el color anterior. Pero si tienes la intención de pintar sobre un color semibrillante o a base de aceite. Es imperativo usar un sellador para terminar con las paredes perfectamente pintadas.
Usa una imprimación especial que bloquee las manchas: aunque una imprimación normal puede ocultar pequeñas imperfecciones, la mayoría de los productos no pueden cubrir ciertas marcas, como las que dejan el agua y los marcadores permanentes. Estas marcas aparecerán través de la pintura, incluso si aplicas varias capas.
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