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La importancia y tipos de brochas para pintar

Una herramienta popular y más usada para pintar es la inigualable brocha. Y una gran ventaja para que sea sumamente popular, es ser muy versátil, fácil de adquirir y una herramienta sencilla.

Solo hay que saber elegir adecuadamente en cada caso y usarla para obtener un trabajo de pintura de calidad.

Las brochas (en ciertos países también llamados pinceles) son los elementos más utilizados en la pintura. Su fácil uso y practicidad para pintar cualquier tipo de superficie las hacen instrumentos indispensables para tener en cualquier hogar como parte de las herramientas.

Distintos tipos de brochas

Por lo general poseen un mango de madera o plástico, y en su extremo un grupo de cerdas. Estas pueden variar en distintos anchos dependiendo de las necesidades, generalmente las más comerciales están entre los 20 y 150 mm. El material de la cerda también puede variar de acuerdo con la calidad de la brocha, o el tipo de pintura a utilizar. Es diferente el uso de colores neutros a colores llamativos.

Las brochas de cerdas oscuras

Son indicadas para la aplicación de pinturas con base de solventes, algunos con esmaltes sintéticos y barnices. No deben ser cerdas plásticas gruesas de mala calidad, por lo contrario, mucho mejor si se tratan de cerdas naturales.

Las cerdas grises o blancas

Para este tipo de brochas, su aplicación es para las pinturas de base acuosa como las pinturas acrílicas o plásticas y las de látex. También se les consideran para tener un mejor acabado.

Cómo usar la brocha

Es muy importante y fundamental que domines esta herramienta para obtener los mejores acabados en tus trabajos. Cuando estés pintando, no es recomendable que la cargues demasiado con pintura, pero tampoco debe de ser muy poca para no poder esparcir.

Conviene que sacudas la brocha con un par de golpes al interior de la cubeta o lata de pintura (o en su defecto alguna charola) para descargar el exceso para luego aplicarlo en la zona que se desea pintar.

La superficie no debe excederse de pintura, es mejor una capa delgada, con un mejor acabado y sin chorreaduras, aunque tengas que aplicarle manos extras.

Al pintar extiende el material con movimientos verticales, luego intenta peinar con movimientos horizontales y nuevamente con verticales. Procura no demorarte demasiado en grandes extensiones por que la pintura se secará y se notarán las diferencias entre las “juntas”, en estos casos es recomendable utilizar un rodillo para expandir mejor la pintura.

Un Consejo

En el caso de pintar o barnizar maderas, las pinceladas finales siempre deben ser a favor de la veta.

Mantenimiento de brochas

Un dato importante que debes de memorizar es no olvidar que una vez que hayas terminado de utilizar la brocha, deberás quitarle todos los restos de pintura para que no se sequen y dejen inservible la brocha, así podrás mantener y rehusar la brocha durante más tiempo.

Al utilizar materiales de pintura con base de agua, como lo son las pinturas de látex, pintura a la cal, fijador o sellador; el lavar con abundante agua bastara para que se limpie, solo verifica que salga totalmente cristalina.

Si has utilizado una pintura al solvente, como barnices o esmaltes sintéticos, tendrás que lavar con más precaución y con un material conocido como aguarrás mineral o el disolvente utilizado con la pintura.

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